Cuando un niño reprime su naturaleza, ya sea debido a que no es aceptado, protegido y / o amado; o simplemente porque se le educa para sobrevivir y destacar en nuestro competitivo mundo, ese niño esconde, olvida, e incluso llega a rechazar en la edad adulta, su natural sensibilidad. Pero la esencia natural del ser humano, su sensibilidad, sigue viva, muchas veces luchando por salir de su ostracismo. Su alma sobrevive como un ángel dormido.
No sé el recorrido que tendrá esta nueva iniciativa. Surge mucho más del ánimo de aportar algo a tan importantes cuestiones, que de la confianza en añadir algo realmente relevante. Por eso, toda crítica, toda colaboración y todo diálogo serán especialmente bien recibidos.
No sé el recorrido que tendrá esta nueva iniciativa. Surge mucho más del ánimo de aportar algo a tan importantes cuestiones, que de la confianza en añadir algo realmente relevante. Por eso, toda crítica, toda colaboración y todo diálogo serán especialmente bien recibidos.
ACCESO AL NUEVO BLOG: UN ÁNGEL DORMIDO